En el amor y en las finanzas, el silencio no es una solución. Así como hay parejas que evitan hablar de problemas por miedo a discutir o destapar heridas del pasado, muchas personas prefieren no analizar su presupuesto, gastos y deudas para no enfrentar una realidad incómoda.
Pero lo que no se habla, no se arregla. Así como una relación sana requiere comunicación y acuerdos, unas finanzas saludables necesitan revisión y planificación.
La base de toda relación… y de unas finanzas sanas.
Las parejas que logran superar las dificultades suelen tener algo en común: una comunicación abierta y honesta. En las finanzas ocurre lo mismo. Hacer un presupuesto, revisar deudas y establecer metas financieras requiere hablar claro con uno mismo y enfrentar la realidad sin miedo a lo que estamos por descubrir.
Así como una pareja necesita sentarse a discutir sus expectativas y problemas sin evasiones, las finanzas requieren el mismo tratamiento: no se trata de verlas como un enemigo, sino como un aspecto que puede mejorar si se le da la atención adecuada.
Empieza a abrir esa conversación contigo mismo enlistando gastos y los ingresos, recuerda agregar esos gastos que suceden 1 vez al mes, o cada 3 meses. Generalmente esos no los contemplamos y nos pueden llegar de sorpresa.
No ocultes la verdad… ni a tu pareja ni a tu cartera.
El autoengaño es común en relaciones disfuncionales. “No pasa nada, con el tiempo mejorará” es una frase que se repite tanto en parejas con problemas como en quienes ignoran sus finanzas. Enfrentar los números, conocer el estado real de las deudas y gastos, y ser transparente con uno mismo es el primer paso para tomar decisiones informadas.
En una relación, ocultar problemas solo los hace más grandes. Con el dinero pasa lo mismo: las deudas no desaparecen porque no las mires. Al contrario, crecen y se complican más.
El compromiso debe ser constante
En una relación, cuando solo una persona se esfuerza por mejorar, eventualmente llega el desgaste. Con las finanzas sucede algo similar: puedes poner en orden tus cuentas un mes, pero si no hay interés constante, tarde o temprano volverás a las mismas malas prácticas.
La estabilidad financiera requiere un compromiso continuo. No basta con hacer un presupuesto una vez o ahorrar un solo mes. Hay que revisar constantemente las cuentas, hacer ajustes y mantener el interés por mejorar.
Superando las malas rachas
Toda pareja atraviesa momentos difíciles, y muchas logran superarlos porque ambos están dispuestos a trabajar en conjunto. Con las finanzas, las “malas rachas” son inevitables: imprevistos, gastos inesperados, meses complicados. Pero si ya tienes el hábito de revisar tus finanzas y mantener un control, será más fácil sobrellevar los altibajos sin perder estabilidad, incluso planear con anticipación esos meses que cada año nos sorprenden con más gastos.
Cuando la situación económica se vuelve complicada, un préstamo personal puede ser una herramienta útil si se incorpora de manera responsable en un plan financiero. Así como en una relación se deben tomar decisiones conjuntas para salir adelante, con las finanzas es importante analizar si el crédito es una solución real o simplemente un parche que pospone el problema. Un préstamo debe formar parte de un plan de pago sostenible y no convertirse en una carga mayor por no querer hacer ajustes en el estilo de vida.
En este mes de febrero, en el que festejamos el amor y la amistad es una gran oportunidad para cambiar la mentalidad “mejor no saber para no enterarme” y empezar a tomar el control. Así como en una relación de pareja se construye con comunicación, transparencia e interés mutuo, unas finanzas saludables requieren exactamente lo mismo.
Y si tienes claro lo que necesitas para empezar a salir de una situación incomoda con tus finanzas personales, y tan sólo un empujón te ayuda para ordenar tus finanzas y tomar mejores decisiones, solicita tu préstamo en Círculo de Beneficios. ¡No dejes que tu relación con el dinero se vuelva tóxica!